HBH_WEB_Page_01 HBH_WEB_Page_05 HBH_WEB_Page_06 HBH_WEB_Page_07 HBH_WEB_Page_08 HBH_WEB_Page_09 HBH_WEB_Page_10 HBH_WEB_Page_11 HBH_WEB_Page_12 HBH_WEB_Page_13 HBH_WEB_Page_14 HBH_WEB_Page_15 HBH_WEB_Page_16 HBH_WEB_Page_17 HBH_WEB_Page_18 HBH_WEB_Page_19 HBH_WEB_Page_20 HBH_WEB_Page_21 HBH_WEB_Page_22 HBH_WEB_Page_23 HBH_WEB_Page_24 HBH_WEB_Page_25 HBH_WEB_Page_26 HBH_WEB_Page_27 HBH_WEB_Page_28 HBH_WEB_Page_29 HBH_WEB_Page_30 HBH_WEB_Page_31 HBH_WEB_Page_32 HBH_WEB_Page_33 HBH_WEB_Page_34 HBH_WEB_Page_35 HBH_WEB_Page_36 HBH_WEB_Page_37 HBH_WEB_Page_38 HBH_WEB_Page_39 HBH_WEB_Page_40 HBH_WEB_Page_41 HBH_WEB_Page_42 HBH_WEB_Page_43 HBH_WEB_Page_44 HBH_WEB_Page_45 HBH_WEB_Page_46 HBH_WEB_Page_47 HBH_WEB_Page_48 HBH_WEB_Page_49 HBH_WEB_Page_50 HBH_WEB_Page_51 HBH_WEB_Page_52 HBH_WEB_Page_53 HBH_WEB_Page_54 HBH_WEB_Page_55 HBH_WEB_Page_56 HBH_WEB_Page_57 HBH_WEB_Page_58 HBH_WEB_Page_59 HBH_WEB_Page_60 HBH_WEB_Page_61 HBH_WEB_Page_62 HBH_WEB_Page_63 HBH_WEB_Page_64

LA REALIDAD DE LOS SUEÑOS. SEMBLANZA

Hal nació en 1911 en Carolina del Norte, donde creció en un pequeño pueblo llamado Lenoir. Cuando su padre –constructor– empezó a sufrir los estragos de la Gran Depresión, Hal viajó a California en busca de oportunidades. Consiguió trabajo como cronometrista de obra y pronto ascendió en puestos hasta que decidió emprender su propio negocio. Desde joven mostró señales de una gran capacidad creativa desarrollando cientos de inventos que han quedado registrados en los archivos de patentes, entre los que destaca la grúa tipo “pluma” que aún hoy se utiliza alrededor del mundo para levantar edificaciones mayores a ocho pisos.

EL QUEHACER ARTÍSTICO DE HAL BRAXTON HAYES

En el ámbito creativo cualquier persona capaz de rebasar los límites de lo convencional es susceptible de volcarse al arte. ¿Por qué? Quizá se deba a que el arte es la única expresión cuyo propósito no es la funcionalidad si no la contemplación, la reflexión, la catarsis, entre otras cuestiones abstractas y subjetivas. “Todo deseo estancado es un veneno”, afirmó André Maurois, y en el caso de Hal Braxton Hayes era de esperarse que su mente y su cuerpo un día no pudieran resistir más la tentación de crear por crear. Y gracias a esto dejó tras de sí un legado artístico de importante valor cultural.

© Hal Braxton Hayes