Oryx
Título: Oryx
Año: 1987
Técnica: Bronce fundido a la cera perdida
Dimensiones: 52 x 26 x 31 cm
Hal nació en 1911 en Carolina del Norte, donde creció en un pequeño pueblo llamado Lenoir. Cuando su padre –constructor– empezó a sufrir los estragos de la Gran Depresión, Hal viajó a California en busca de oportunidades. Consiguió trabajo como cronometrista de obra y pronto ascendió en puestos hasta que decidió emprender su propio negocio. Desde joven mostró señales de una gran capacidad creativa desarrollando cientos de inventos que han quedado registrados en los archivos de patentes, entre los que destaca la grúa tipo “pluma” que aún hoy se utiliza alrededor del mundo para levantar edificaciones mayores a ocho pisos.
En el ámbito creativo cualquier persona capaz de rebasar los límites de lo convencional es susceptible de volcarse al arte. ¿Por qué? Quizá se deba a que el arte es la única expresión cuyo propósito no es la funcionalidad si no la contemplación, la reflexión, la catarsis, entre otras cuestiones abstractas y subjetivas. “Todo deseo estancado es un veneno”, afirmó André Maurois, y en el caso de Hal Braxton Hayes era de esperarse que su mente y su cuerpo un día no pudieran resistir más la tentación de crear por crear. Y gracias a esto dejó tras de sí un legado artístico de importante valor cultural.